La falta de perdón frecuentemente no hace daño a la persona a la que nos rehusamos a perdonar, pero siempre nos daña a nosotros mismos.
Mientras que no perdonemos, estamos atados a la otra persona con cadenas de dolor o de ira o de un deseo de venganza.
Perdonar no significa encontrar una manera de excusar a alguien, sino que perdonar significa abandonar el deseo de castigarlos.
El aferrarse a la necesidad de verlos pagar por sus palabras o acciones es aferrarse al daño en si mismo.
El perdón nos libera del poder que una acción equivocada todavía tiene sobre nosotros.
El perdón nos hace libres para curar y seguir adelante. ( Del libro Los Códigos Curativos)
2 comentarios:
Para seguir avanzando hacia nuestra paz interior, lo primero que hemos de aprender es a perdonar todas las faltas que hemos podido cometer y las que nos han infringido.
Besos
Si claro, también perdonarnos a nosotros mismos, muchas veces hay sentimientos de culpa que no permiten ese avance. Un beso!
Publicar un comentario